Estas regiones se extienden 1.100 km desde el norte subtropical hasta el centro de Otago, hogar de los viñedos más meridionales del mundo.
Los viñedos se benefician del efecto moderador del clima marítimo (ningún viñedo se encuentra a más de 120 km del océano), largas horas de sol y noches refrescadas por la brisa marina.
La mayoría de estas regiones vinícolas se encuentran en las costas orientales de las Islas Norte y Sur, a la sombra de la lluvia de las montañas, cada una con sus propios suelos y condiciones climáticas únicas. Dentro de estas diversas regiones, las características subregionales brillan y los vinos se distinguen no solo por ser de una región vitivinícola, sino también de una subregión y un lugar.
